La mayoría de las aplicaciones contienen al menos una vulnerabilidad de software, y algunas de ellas suponen un riesgo significativo para la organización si son explotadas por un atacante. Un estable programa de gestión de vulnerabilidades es esencial para reducir los riesgos de ciberseguridad corporativa y gestionar la amenaza de violaciones de datos y otros incidentes de seguridad.
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La gestión de vulnerabilidades es el proceso de abordar posibles vulnerabilidades en los sistemas de TI de una organización. Incluye:
Cuantas más vulnerabilidades existan en los sistemas de una organización, más oportunidades tendrá un atacante para obtener acceso y causar daño a la compañía, sus empleados y sus clientes.
Al diseñar e implementar un proceso de administración de vulnerabilidades, tenga en cuenta las siguientes prácticas recomendadas.
Los escáneres de vulnerabilidades son herramientas automatizadas que se emplean para identificar posibles vulnerabilidades y otros riesgos de seguridad dentro de una aplicación. Dado que los análisis están automatizados y se pueden programar, introducen una sobrecarga adicional mínima para un equipo de seguridad.
Las organizaciones deben realizar análisis de vulnerabilidades:
A la hora de diseñar un programa de evaluación de vulnerabilidades , también es importante tener en cuenta la visibilidad de las distintas vulnerabilidades. Idealmente, los análisis de vulnerabilidades se realizarán tanto desde fuera como desde dentro de la red corporativa y con diferentes niveles de privilegio (no autenticado, usuario autenticado, administrador).
Cuando un fabricante de software se da cuenta de una nueva vulnerabilidad en uno de sus productos, desarrolla y emite un parche para solucionarla. Una vez que se anunció y lanzado un parche, los ciberdelincuentes podrían comenzar a buscarlo y explotarlo en cuestión de horas.
Las organizaciones deben planear la aplicación de parches lo antes posible. Algunos elementos clave de una estrategia de parches incluyen:
Casi todas las aplicaciones contienen al menos una vulnerabilidad, lo que significa que las organizaciones suelen tener sistemas más vulnerables de los que pueden parchear de manera efectiva. A la hora de decidir dónde poner sus recursos y esfuerzos, los equipos de seguridad deben realizar la priorización de parches.
A medida que un equipo de seguridad considera cuándo o si aplicar un parche, algunas cosas que debe tener en cuenta incluyen:
Al final del día, una organización no parcheará (y probablemente no debería) todas las vulnerabilidades, ya que cada una consume recursos que podrían usar de manera más rentable en otros lugares. La decisión de qué y cuándo aplicar un parche debe basar en la amenaza que represente:
Algunas vulnerabilidades se crean por errores en el código de la aplicación. Por ejemplo, la inyección de código SQL y la vulnerabilidad de desbordamiento de búfer se deben a la falta de seguimiento de las mejores prácticas de codificación segura. Sin embargo, se introducen otras vulnerabilidades cuando se implementa y configura una aplicación.
La nueva vulnerabilidad de seguridad puede ser introducida por:
Las organizaciones pueden gestionar esto definiendo y aplicando el uso de una configuración de línea de base segura para todas las aplicaciones y sistemas corporativos. El uso de esta línea de base debe aplicar a través de auditorías periódicas y sistemas de gestión de la configuración.
Inteligencia sobre amenazas proporciona información sobre las amenazas y las campañas de ciberataques a las que es más probable que se enfrente una organización. Si otras organizaciones del mismo sector, jurisdicción o tamaño están siendo objeto de una amenaza concreta, es probable que su compañía también lo haga.
La inteligencia sobre las amenazas puede ser muy valiosa para priorizar los esfuerzos de corrección y mitigación de vulnerabilidades. Las vulnerabilidades que están experimentando una explotación activa deben ser parcheadas inmediatamente si es posible.
Si no se puede aplicar ningún parche, la organización debe implementar el monitoreo y las medidas preventivas disponibles para reducir el riesgo de explotación.
La gestión de vulnerabilidades y la respuesta a incidentes son esfuerzos relacionados y complementarios.
Idealmente, la gestión de vulnerabilidades niega la necesidad de respuesta a incidentes al eliminar los riesgos de seguridad antes de que puedan ser explotados. Sin embargo, no siempre es así.
En el caso de que una organización sufra un ciberataque, el acceso a los datos de gestión de vulnerabilidades puede acelerar el proceso de respuesta a incidentes. Si el equipo de respuesta a incidentes (IRT) es consciente de que existe una vulnerabilidad concreta en los sistemas de una organización, esto podría acelerar el análisis de la causa raíz y los esfuerzos de corrección.
Por otro lado, la inteligencia de la respuesta a incidentes también puede informar los esfuerzos de corrección de vulnerabilidades.
Los equipos de respuesta a incidentes pueden identificar una vulnerabilidad desconocida o descubrir que una no gestionada está experimentando una explotación activa. Estos datos pueden ayudar al equipo de seguridad a abordar las vulnerabilidades de alto riesgo y actualizar su priorización de riesgos para evitar que ocurran incidentes similares en el futuro.
La gestión de vulnerabilidades es un proceso continuo para la mayoría de las organizaciones. Todos los días se descubren y revelan nuevas vulnerabilidades, por lo que la mayoría de los equipos de seguridad tienen una acumulación constante de vulnerabilidades para evaluar y parches para aplicar.
Dado que es probable que eliminar la vulnerabilidad por completo no sea una opción, los equipos de seguridad deben centrar en tratar de mejorar sus programas de gestión de vulnerabilidades con el tiempo.
Estas son algunas métricas que se deben tener en cuenta:
Las compañías deben tener en cuenta un serial de regulaciones y normas a la hora de desarrollar sus programas de gestión de seguridad y vulnerabilidades. Las vulnerabilidades explotadas son una forma común en que se violan los datos confidenciales, y las compañías deben gestionar estos riesgos.
Al definir los planes y procesos de gestión de parches , los equipos de seguridad deben tener en cuenta los tipos de datos procesados por los distintos sistemas y sus participaciones normativas.
Por ejemplo, es posible que algunos sistemas deban priorizar en el proceso de aplicación de parches debido a los requisitos de cumplimiento.
La gestión de vulnerabilidades es una tarea importante, pero también puede ser compleja y requerir conocimientos y experiencia especializados. La gestión de vulnerabilidades requiere:
Check Point Infinity Global Services ofrece servicios de gestión de vulnerabilidades para organizaciones que buscan ayuda para abordar estos problemas. Con IGS vulnerability Management, las organizaciones obtienen acceso a la detección, clasificación, corrección y resolución de vulnerabilidades continuas de un equipo de expertos en seguridad Check Point .