AppSec es el proceso de encontrar, reparar y prevenir vulnerabilidades de seguridad a nivel de aplicación, como parte de los procesos de desarrollo de software. Esto incluye agregar medidas de aplicación a lo largo del ciclo de vida del desarrollo, desde la planificación de la aplicación hasta el uso en producción. En el pasado, la seguridad ocurría después de que se diseñaran y desarrollaran las aplicaciones. Hoy en día, la seguridad está “cambiando a la izquierda” y la seguridad se está convirtiendo en un proceso integral del proceso de desarrollo y pruebas. Al agregar AppSec desde el principio, las organizaciones pueden reducir significativamente la probabilidad de vulnerabilidad de seguridad en su propio código o en componentes de terceros utilizados dentro de la aplicación.
AppSec demostración gratuita Libro electrónico sobre seguridad de aplicaciones en la nube
Existen innumerables amenazas de seguridad que afectan las aplicaciones de software. Sin embargo, la lista de las 10 principales vulnerabilidades del Proyecto de código abierto de seguridad en aplicaciones web (Open Web Application Security Project, OWASP) compila las amenazas más frecuentes y graves contra aplicaciones, cuyo impacto se da mayormente en las aplicaciones en producción.
Las iniciativas de AppSec destinadas a las aplicaciones modernas deben centrarse, como mínimo, en las amenazas de alto perfil que figuran a continuación:
Un proceso básico de AppSec involucra las siguientes etapas:
Hay tres categorías principales de herramientas en el conjunto de herramientas de AppSec: SAST, DAST e IAST.
Las herramientas de pruebas de seguridad de aplicaciones estáticas (Static Application Security Testing, SAST) permiten realizar pruebas de caja blanca. Evalúan el código de la aplicación y lo analizan para identificar errores, vulnerabilidades u otras debilidades que puedan generar un problema de seguridad. Las SAST pueden ejecutarse en un código compilado, en un código no compilado o en ambos.
El análisis de las SAST puede identificar problemas como los que se enumeran a continuación:
Las herramientas de pruebas de seguridad de aplicaciones dinámicas (Dynamic Application Security Testing, DAST) utilizan métodos de prueba de caja negra para analizar las aplicaciones en ejecución y detectar problemas de seguridad. Realizan un análisis dinámico del código fuente mientras este se ejecuta. Las DAST generalmente utilizan el “fuzzing”, que implican proporcionar a la aplicación una gran cantidad de solicitudes aleatorias e inesperadas.
Las DAST pueden detectar condiciones que indican vulnerabilidades de seguridad, como las siguientes:
Las pruebas de seguridad de aplicaciones interactivas (Interactive Application Security Testing, IAST) presentan un enfoque híbrido que combina las SAST y las DAST. El enfoque interactivo de las pruebas de seguridad combina análisis estáticos y dinámicos, lo que permite identificar vulnerabilidades conocidas y ver si realmente se utilizan en la aplicación en ejecución y pueden explotarse.
Las herramientas de IAST recopilan información detallada sobre el flujo de ejecución de aplicaciones y los flujos de datos y pueden simular patrones de ataque complejos. Mientras realizan un análisis dinámico de una aplicación en ejecución, pueden verificar cómo responde la aplicación y ajustar las pruebas en consecuencia. Esto se puede utilizar para crear, entre otras cosas, nuevos casos de prueba de forma automática (similar a un auditor de pruebas de penetración).
Gracias a este enfoque, las herramientas de IAST pueden investigar profundamente los posibles problemas de seguridad, lo que reduce la cantidad de falsos positivos. También se adaptan mucho más naturalmente a un proceso de desarrollo ágil con lanzamientos frecuentes de versiones.
Un WAF es una solución implementada en el borde de la red, que inspecciona el tráfico que entra y sale de la red e intenta identificar y bloquear el tráfico malicioso.
Los WAF tradicionales basados en reglas son una herramienta de alto mantenimiento que requiere que las organizaciones definan meticulosamente un conjunto de reglas que coincida con sus patrones específicos de tráfico y aplicaciones. Además, los WAF basados en reglas tienen cobertura limitada de los vectores de ataque que están en constante cambio.
Asimismo, los WAF tradicionales no pueden proteger automáticamente los nuevos microservicios, ya que cada nuevo microservicio implementado exige una importante sobrecarga para definir reglas y políticas nuevas. En términos prácticos, esto significa que los nuevos sistemas que la organización implemente, en muchos casos, no estarán protegidos.
Estas son algunas de las mejores prácticas que puede usar para implementar de manera eficaz la tecnología AppSec en su organización.
Investigue cuáles son los principales puntos de entrada que los atacantes podrían usar para vulnerar sus aplicaciones, qué medidas de seguridad están implementadas y si estas resultan adecuadas. Establezca metas e hitos razonables a lo largo del tiempo para lograr el nivel de seguridad que desea contra cada tipo de amenaza.
Las pruebas de seguridad deben integrarse completamente al ciclo de vida de desarrollo de software (Software Development Lifecycle, SDLC), desde la etapa de planificación, pasando por el desarrollo, las pruebas, la implementación y finamente la producción.
Utilice herramientas automatizadas para garantizar que las aplicaciones se prueben lo antes posible en el proceso y en múltiples puntos de control a lo largo del proceso de CI/CD. Por ejemplo, cuando un desarrollador comete código y activa una compilación, ese código debe someterse automáticamente a algún tipo de prueba de seguridad, lo que permite al desarrollador solucionar inmediatamente los problemas de seguridad en su código.
Ese mismo código debería probarse nuevamente y de manera más integral cuando se lo promueve a un entorno de prueba y producción.
La seguridad de aplicaciones dará como resultado el descubrimiento de vulnerabilidades en sus aplicaciones, pero no podrá solucionarlas a todas. La priorización es muy importante para garantizar que las vulnerabilidades críticas se corrijan rápidamente sin perjudicar la productividad del desarrollador.
Su proceso de pruebas de seguridad debe incluir métricas automatizadas que muestren la gravedad y la explotabilidad de la vulnerabilidad y, si es necesario, una evaluación manual que indique si la vulnerabilidad realmente representa un riesgo comercial. Los componentes vulnerables que no se ejecutan en producción no son una prioridad.
Asegúrese de que los desarrolladores sepan que están trabajando en vulnerabilidades reales y de alto perfil y de que tengan el tiempo para corregirlas dondequiera que ocurran en el SDLC.
Un programa de AppSec requiere una inversión importante de tiempo y recursos, así como cambios culturales y organizativos. Es importante comprender el impacto del programa en la seguridad para justificarlo y garantizar que esté respaldado por el equipo de gestión.
Algunas métricas importantes que puede registrar y compartir para demostrar el éxito de la tecnología de AppSec (una tendencia semanal o mensual puede demostrar el impacto de introducir medidas de seguridad de aplicaciones):
Todo lo relacionado con un programa de seguridad de aplicaciones se traduce en datos confidenciales que podrían ser extremadamente útiles para un atacante. Asegúrese de administrar cuidadosamente lo siguiente:
Utilice el principio de privilegio mínimo y asegúrese de que cada usuario solo tenga acceso a los datos y sistemas que absolutamente necesitan para hacer su trabajo. Utilice principios de confianza cero entre los sistemas integrados, asegurando que cada sistema tenga solo los permisos mínimos que necesita para funcionar.
CloudGuard de Check Point incluye una solución de seguridad de aplicaciones sin configuración que proporciona los siguientes beneficios:
Impulsada por un motor de IA contextual pendiente de patente, la aplicación CloudGuard Security está completamente automatizada y se puede implementar en cualquier entorno.