Los exploits de día cero tienen como objetivo vulnerabilidades que un fabricante de software aún no ha parcheado. Al aprovechar una vulnerabilidad en gran medida desconocida, estos exploits tienen una alta probabilidad de éxito y son difíciles o imposibles de proteger contra ellos utilizando las herramientas de ciberseguridad heredadas.
La vulnerabilidad del software puede descubrirse de varias maneras. En algunos casos, la vulnerabilidad la descubre internamente el fabricante del software o se la comunica éticamente un investigador de seguridad externo. En otros, la vulnerabilidad es descubierta y explotada por los ciberdelincuentes.
La mayoría de los exploits de día cero entran en esta segunda categoría. En este caso, existe una ventana entre el momento en que la vulnerabilidad se explota públicamente por primera vez y el momento en que se liberan las defensas específicas, en forma de firmas de malware o una actualización de software. Esto se conoce como "día cero" y es de donde la vulnerabilidad y los exploits de día cero reciben su nombre.
Un ejemplo de vulnerabilidad de día cero es un conjunto de vulnerabilidades en los servidores Microsoft Exchange. Aunque Microsoft descubrió inicialmente esta vulnerabilidad, la lentitud de los ciclos de aplicación de parches hizo que muchos servidores Exchange siguieran siendo vulnerables cuando los ciberdelincuentes empezaron a aprovecharse de ella.
Hafnium es un ejemplo de malware que se aprovecha de estas vulnerabilidades de Exchange. Aprovecha esta vulnerabilidad para obtener acceso a un servidor Exchange vulnerable y elevar sus privilegios en el sistema. Este malware está diseñado para llevar a cabo la recopilación de información, intentando robar credenciales de usuario y correos electrónicos de los sistemas explotados.
La vulnerabilidad y los exploits de día cero son una preocupación importante para el personal de ciberseguridad porque son difíciles de defender. Algunos de los desafíos de seguridad de los exploits de día cero incluyen:
Por estas razones, un enfoque reactivo de la ciberseguridad basado en firmas y parches no es eficaz para la vulnerabilidad y los exploits de día cero. Las organizaciones deben prevenir de forma proactiva los ataques para bloquear estas nuevas vulnerabilidades.
En el caso de los exploits de día cero, el principal problema al que se enfrentan las organizaciones es la falta de información. Si un equipo de seguridad tiene información sobre una amenaza en particular, las soluciones de seguridad se pueden configurar para bloquear esa amenaza. Sin embargo, obtener acceso a esta información y difundirla a través de la arquitectura de seguridad de una organización es un gran desafío para muchas organizaciones.
La protección efectiva de día cero requiere una arquitectura de seguridad con las siguientes características:
El enfoque de Check Point basado en la prevención es la única forma de protegerse eficazmente contra amenazas desconocidas como los exploits de día cero. ThreatCloud IA es la mayor base de datos de inteligencia sobre ciberamenazas del mundo y procesa una media de 86.000 millones de transacciones al día. Esto le permite identificar aproximadamente 7.000 amenazas previamente desconocidas cada día, lo que permite a las organizaciones detectar y bloquear estos exploits de día cero contra sus sistemas.
ThreatCloud IA aprovecha la inteligencia artificial (IA) para procesar datos y detectar amenazas. Para saber más sobre la importancia de la IA para la detección de exploits de día cero, consulte este artículo técnico. También le invitamos a inscribirse en una demostración para ver cómo las soluciones de protección avanzada de terminales de Check Point pueden proteger al personal remoto de su organización contra las amenazas de día cero.