Office 365 de Microsoft es una de las plataformas de aplicaciones basadas en la nube más utilizadas. A nivel mundial, alrededor del 38% de las empresas utilizan Office 365, una cifra que se eleva a más del 42% en EE. UU. y a más del 57% en China.
La popularidad de Office 365 se debe al hecho de que permite una fácil colaboración dentro de una organización incluso si los empleados trabajan de forma remota. Sin embargo, una plataforma con acceso a grandes cantidades de datos confidenciales y diseñada para facilitar el intercambio de datos es un objetivo común para los ciberatacantes. Las empresas necesitan soluciones de seguridad de Office 365 para protegerse contra estas y otras amenazas cibernéticas.
Si bien Office 365 tiene una serie de características que lo hacen popular entre las empresas, la plataforma también crea varios desafíos y preocupaciones de seguridad para las organizaciones, que incluyen:
Microsoft Office 365 está diseñado para admitir el intercambio de datos. Entre SharePoint, Microsoft Teams, OneDrive y Outlook, los usuarios tienen una variedad de formas diferentes de enviar documentos y datos entre sí.
Si bien este fácil intercambio es sin duda un activo, también crea importantes preocupaciones de seguridad. Si los datos se comparten con una parte no autorizada, intencional o involuntariamente, puede resultar en una violación de datos. Con Office 365, la capacidad de compartir archivos individuales o carpetas enteras crea múltiples oportunidades para que se produzcan infracciones.
Muchas organizaciones tienen un problema con la administración de privilegios. En lugar de ajustar los permisos y privilegios a las funciones y necesidades laborales específicas de un empleado, asignan permisos excesivos a cada empleado.
Si bien esto es más fácil de hacer y garantiza que un empleado pueda hacer su trabajo, estos permisos excesivas crean importantes desafíos de seguridad. Con Office 365, un empleado con permisos excesivos podría abusar de ellos para obtener acceso a datos a los que no debería tener acceso y potencialmente filtrarlos a partes no autorizadas. Alternativamente, si un atacante obtiene acceso a la cuenta de Office 365 de un empleado a través de credenciales comprometidas, también puede aprovechar estos permisos excesivos.
Las credenciales de Microsoft Office 365 son algunos de los principales objetivos de los ciberdelincuentes. Con acceso a una cuenta de Office 365, un atacante puede robar una gran cantidad de datos confidenciales y utilizar su acceso para realizar futuros ataques.
Los ciberdelincuentes roban las credenciales de la cuenta a través de una variedad de medios diferentes. Un correo electrónico de phishing puede estar diseñado para engañar a un empleado para que escriba sus credenciales en una página de inicio de sesión falsa de Microsoft. Alternativamente, el malware instalado en la máquina del usuario podría capturar las credenciales cuando el usuario inicia sesión en un sitio de Microsoft.
Los ciberataques contra Office 365 pueden tener un impacto significativo en una organización. Las empresas deben seguir las mejores prácticas de seguridad de Office 365 para gestionar los riesgos de ciberseguridad de su implementación de Office 365.
Microsoft proporciona una serie de medidas de seguridad integradas para ayudar a proteger a los usuarios de su software Office 365. Sin embargo, estas soluciones de seguridad integradas no siempre son capaces de gestionar los problemas de seguridad asociados con Office 365.
Un mejor enfoque para la seguridad de Office 365 es implementar una defensa en profundidad, superponiendo la seguridad adicional a la de Microsoft. Esto proporciona a una organización protección adicional contra amenazas que logran superar las defensas integradas de Microsoft.
La pérdida de datos es una de las mayores amenazas a la seguridad asociadas con Office 365. Los productos de Microsoft están diseñados para facilitar el intercambio de datos y carecen de la visión única de una organización que pueda ayudar a determinar si un intento de compartir datos es legítimo o no.
Las organizaciones deben implementar soluciones de Prevención de pérdida de datos (DLP) para ayudar a mitigar la amenaza de pérdida de datos en Office 365. Con reglas personalizadas adaptadas a las políticas de seguridad y casos de uso únicos de una organización, estas soluciones pueden ayudar a detectar y bloquear intentos de filtración de datos a través de Office 365 antes de que representen una amenaza significativa para la organización.
El phishing es uno de los métodos más eficaces para distribuir malware y otros contenidos maliciosos. Por esta razón, los ciberdelincuentes están trabajando continuamente para desarrollar y perfeccionar nuevas técnicas para eludir las defensas de una organización y aumentar la tasa de éxito de sus ataques. Esto incluye aprovechar muchas de las funciones integradas en Office 365 para facilitar el intercambio de datos.
A medida que estos ataques se vuelven más sofisticados, las organizaciones requieren protecciones avanzadas contra phishing y malware para protegerse contra ataques de día cero. Estos ayudan a la defensa de las empresas a mantenerse al día con las amenazas nuevas y cambiantes y evitar que lleguen a las bandejas de entrada de los empleados o infecten sus computadoras.
Office 365 se ha convertido en una herramienta invaluable y esencial para el día a día de muchas organizaciones. Sin embargo, esta herramienta también presenta problemas de seguridad debido a prácticas de seguridad deficientes (como asignar permisos excesivos a los usuarios) y al hecho de que es un objetivo principal de los ciberdelincuentes.
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