El panorama de las amenazas de malware
El malware es software no deseado diseñado por actores maliciosos para infiltrar en el dispositivo o propagar a través de RED, con el objetivo final típico de interrumpir sistemas, robar datos u obtener pagos financieros a través de:
El malware evolucionó con el tiempo, desde los primeros días de simples virus o gusanos que podían replicar a sí mismos, hasta sofisticadas amenazas persistentes avanzadas (APT) diseñadas para el robo de datos, el espionaje o el sabotaje.
La dinámica cambiante del malware
Algunas formas modernas de malware existen en forma sin archivos, operando completamente en la memoria, nunca creando archivos persistentes en los sistemas. Otro ejemplo de la dinámica cambiante del malware son las técnicas de vida libre de la tierra (LotL), en las que los atacantes emplean herramientas y servicios legítimos del sistema con fines maliciosos, lo que reduce la necesidad de herramientas o archivos externos y facilita la evasión de la detección.
El crecimiento del trabajo a distancia amplió las amenazas a la seguridad, con el rojo de casa emergiendo como objetivos. Mientras tanto, los ataques de phishing cada vez más sofisticados, que pueden tener lugar a través de vectores como el email y las redes sociales, son una fuente de preocupación para las organizaciones de todo el mundo.
Estos ataques explotan la curiosidad humana, la confianza fuera de lugar y la evitación de la confrontación para manipular a los usuarios y realizar acciones que pueden resultar en una infección de malware.
La importancia de proteger su compañía contra los ataques de malware
Los ataques de malware pueden infligir un daño inmenso, por lo que la implementación de estrategias y herramientas de prevención es una prioridad absoluta. Algunas de las posibles consecuencias incluyen:
- Pérdidas financieras: el malware que causa daños significativos a los datos y al dispositivo puede causar tiempo de inactividad que interrumpe las operaciones comerciales, lo que genera pérdidas financieras sustanciales. Las filtraciones de datos pueden dar lugar a multas y gastos de reparación, mientras que un ataque de ransomware puede destruir datos valiosos o propiedad intelectual.
- Daño reputacional: Los ataques de malware exitosos pueden dañar la imagen de la organización, lo que provoca la pérdida de clientes, la reducción de las oportunidades comerciales y el daño de las marcas. La pérdida de confianza de los clientes puede tener un grave impacto financiero, incluida la reducción de las ventas, la rotación y la dificultad para atraer nuevos clientes.
- Responsabilidad Legal: La falta de protección de datos confidenciales puede violar regulaciones como GDPR o HIPAA. El incumplimiento de las regulaciones puede dar lugar a multas sustanciales y repercusiones legales, incluidas demandas de clientes, socios o empleados afectados.
Tipos de malware
El malware se presenta de muchas formas, cada una con sus propios objetivos y capacidades, pero normalmente encajan en estas categorías:
- Malware especializado: Los virus son programas autorreplicantes comúnmente incrustados en archivos o programas aparentemente legítimos. Los gusanos se replican y se propagan a través de las conexiones de red, a menudo sin interacción del usuario. Los rootkits están diseñados para evadir la detección y afirmar el acceso persistente a un dispositivo. Los criptomineros convierten el hardware del dispositivo infectado en un sistema de minería de criptomonedas.
- Ransomware. El ransomware está diseñado para mantener los datos como rehenes. Encripta archivos (documentos, fotos, videos, etc.) en los sistemas infectados, lo que hace que los datos valiosos sean inaccesibles para los usuarios. El ransomware hace amenazas y exige un pago, generalmente en criptomonedas, a cambio de instrucciones para descifrar los datos secuestrados.
- Spyware: El spyware se presenta en una variedad de formas y, por lo general, puede afectar a los navegadores o al sistema operativo host subyacente. Monitorea en secreto la actividad del usuario para recopilar información confidencial, incluidas credenciales de inicio de sesión, pulsaciones de teclas, capturas de pantalla, micrófono o cámaras. Esta información puede emplear para comprometer sistemas o extorsionar a las víctimas.
- Adware: El adware muestra anuncios no deseados en el dispositivo, lo que a menudo crea una mala experiencia del usuario y reduce el rendimiento de las máquinas infectadas. Puede recopilar datos de navegación, consultas de búsqueda, cookies, detalles del navegador, datos de geolocalización y otra información, y potencialmente venderla a terceros.
- Malware móvil: Los objetivos de malwarecelulares, como teléfonos inteligentes o tabletas, pueden explotar vulnerabilidades sin parches o engañar a los usuarios para que otorguen licencias excesivas. Se puede emplear para robar y exfiltrar datos, extorsionar a los usuarios o convertir el dispositivo en un bot para ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS).
- Amenazas persistentes avanzadas: Las APT son una amenaza seria capaz de causar grandes daños. Están diseñados para la infiltración a largo plazo de los sistemas para robar datos y obtener acceso a sistemas confidenciales durante periodos prolongados. Una vez que un sistema se ve comprometido, las APT se mueven lateralmente dentro de una red para expandir su influencia. Pueden establecer una comunicación continua con los piratas informáticos para permitir la ejecución remota de comandos.
Constantemente se desarrollan y lanzan nuevas formas de malware, cada una con su propio propósito, diseño y vectores de infección únicos.
8 consejos de seguridad para prevenir el malware
Estos son algunos consejos eficaces para proteger a la organización de diversas amenazas de malware:
- Mantenga el software actualizado: Aplique de manera regular actualizaciones de software y parches para proteger contra vulnerabilidades conocidas. La configuración de los sistemas para programar e instalar actualizaciones automáticas garantiza que los parches se apliquen de forma coherente, lo que reduce la ventana de oportunidad para los atacantes.
- Emplee un software de seguridad fiable: Diversas herramientas de seguridad, como antivirus, software antimalware , firewall, sistemas de detección/prevención de intrusiones (IDS/IPS), prevención de pérdida de datos (DLP) y red privada virtual (VPN) protegen los sistemas y los usuarios de las amenazas.
- Tenga cuidado con el email: Los usuarios deben ser educados sobre las tácticas básicas de ingeniería social para identificar mejor los emails sospechosos. Aconseje al personal sobre la importancia de la vigilancia al abrir emails de remitentes externos, en individuo aquellos que contienen archivos adjuntos dudosos o enlaces inusuales.
- Emplee contraseñas seguras y autenticación de múltiples factores (MFA): Las cuentas deben tener requisitos de complejidad de contraseña seguros y únicos que combinen letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales. Implemente MFA para el acceso a sistemas y aplicaciones para obtener una capa adicional de verificación de credenciales.
- Implemente el método Principio de privilegio mínimo (PoLP): Restrinja los derechos de acceso de los usuarios al mínimo necesario para realizar sus funciones laborales. Limitar los privilegios de usuario reduce la superficie de ataque de la cuenta y minimiza el daño potencial en caso de que una cuenta se vea comprometida.
- Emplee la aplicación Allow-listing y Block-listing: Limitar la instalación y el uso de la aplicación solo a aquellos que lo permitieron explícitamente, al tiempo que se niega la ejecución de software no aprobado. Esto reduce el riesgo de infecciones de software malicioso.
- Restringir medios extraíbles: Bloquee el acceso del dispositivo del usuario a medios de almacenamiento extraíbles, como memorias USB y discos duros externos, para evitar la introducción involuntaria de malware .
- Implemente Zero-Trust: Divida el rojo en segmentos aislados más pequeños para reducir la posibilidad de que malware se propague, e implemente la verificación y el monitoreo continuos de la identidad para garantizar que las cuentas y el dispositivo comprometidos se identifiquen y remedien rápidamente.
La implementación de estas prácticas garantiza que la organización esté preparada para manejar una amplia gama de amenazas de seguridad basadas en malware.
Evite el malware con Check Point
El malware está en constante evolución, volver más elaborado y escurridizo. Desde el adware de riesgo relativamente bajo hasta las amenazas más peligrosas como ransomware y APT, malware presenta un desafío continuo para la seguridad del dispositivo y el red. Sin embargo, comprender los riesgos que plantea el malware no es suficiente.
Para salvaguardar los datos valiosos y reducir el riesgo de una violación de datos dañina o un incidente de seguridad, las organizaciones deben implementar medidas de seguridad estables.
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