El correo electrónico es uno de los medios más utilizados para las comunicaciones empresariales, pero esto también lo convierte en un objetivo común para los ciberataques. Toda organización debe tener una estrategia de seguridad del correo electrónico diseñada para ayudar a minimizar los riesgos de seguridad del correo electrónico corporativo. La disminución de los riesgos relacionados con la seguridad del correo electrónico puede tener un impacto dramático en la exposición de una organización a las amenazas de ciberseguridad. Estas prácticas recomendadas de seguridad del correo electrónico describen los primeros pasos importantes que una organización debe dar para proteger las comunicaciones corporativas por correo electrónico.
El correo electrónico se utiliza como vector de entrega de contenidos maliciosos en varios tipos de ciberataques: Los correos electrónicos de phishing pueden llevar malware o incluir contenido diseñado para engañar al destinatario para que revele información sensible, y Business Email Compromise (BEC) los correos electrónicos están diseñados para engañar a las empresas para que envíen dinero a un atacante. El correo electrónico también se puede utilizar para filtrar información confidencial de una organización como parte de una violación de datos.
Las numerosas amenazas relacionadas con el correo electrónico hacen que una solución de seguridad de correo electrónico sea una parte fundamental de una estrategia de seguridad de correo electrónico. Una solución eficaz de seguridad del correo electrónico incluye las siguientes características:
La seguridad del correo electrónico debe basarse en una estrategia de defensa en profundidad. Además de las soluciones de seguridad para el correo electrónico, una organización debe contar con una solución de seguridad de terminales que proteja los dispositivos de sus empleados. Este tipo de solución puede ayudar a detectar y remediar las infecciones de malware que se hayan escapado a las defensas del correo electrónico a nivel de red. Por ejemplo, si un documento inocuo de Microsoft Word descarga y ejecuta malware de segunda fase, este malware debe detectarse y eliminarse del dispositivo del usuario.
Además de la posibilidad de que entren contenidos maliciosos, también es importante protegerse contra la salida de datos internos sensibles. El correo electrónico es un medio ideal para la exfiltración de datos porque está diseñado para transmitir información.
Todos los días, es probable que los empleados envíen correos electrónicos con datos valiosos, algunos de los cuales contienen archivos adjuntos a partes externas. En muchos casos, este flujo de datos hacia el exterior es legítimo, ya que se factura a los clientes, se envía material de marketing a los clientes potenciales, etc.
Sin embargo, algunos de estos flujos de datos pueden no ser legítimos y las organizaciones deben tener visibilidad de ellos. Para ello es necesario implantar una estrategia y una solución de prevención de pérdida de datos (DLP ) con las siguientes características:
La cuenta de correo electrónico de un usuario contiene una gran cantidad de información confidencial. Aunque los correos electrónicos no contengan datos obviamente sensibles, como nóminas o datos de investigación y desarrollo -ni estén almacenados en cuentas en la nube vinculadas a estas direcciones de correo electrónico-, la información sobre las relaciones internas que contiene el correo electrónico puede ser muy valiosa para un ingeniero social que planee una campaña de phishing selectivo.
La información contenida en las cuentas de correo electrónico las convierte en un objetivo común para los ciberdelincuentes. En muchos casos, la contraseña de un empleado es el punto débil en las defensas digitales de una organización. Si esta contraseña es débil, se reutiliza o se ve comprometida a través de un ataque de phishing o malware, un atacante puede ser capaz de descubrirla y utilizarla para acceder a la cuenta del usuario.
La protección contra este tipo de ataque requiere una estrategia de autenticación de usuario sólida. La implementación de una política de contraseñas sólida, diseñada para proteger contra contraseñas débiles y reutilizadas, es importante pero insuficiente para la seguridad. Las organizaciones también deberían exigir el uso de autenticación de múltiples factores (MFA) o autenticación de dos factores (2FA ) en todas las cuentas empresariales para minimizar el impacto de una contraseña comprometida.
La tecnología y las políticas son componentes importantes de una estrategia de seguridad del correo electrónico. Sin embargo, al final del día, algún correo electrónico malicioso conseguirá llegar a la bandeja de entrada del destinatario. En este punto, el hecho de que una organización sea víctima de un ataque exitoso depende del usuario.
Por esta razón, la formación periódica de los empleados en materia de ciberseguridad es un componente crucial de una estrategia de seguridad del correo electrónico. La formación periódica permite a una organización centrarse en los principales tipos de ataques actuales y ofrece la oportunidad de reforzar los buenos comportamientos de ciberseguridad. Esto es fundamental para formar a los empleados para que se comporten correctamente bajo estrés, las condiciones exactas que los correos electrónicos de phishing y otros ataques están diseñados para crear.
Una estrategia eficaz de seguridad del correo electrónico tiene dos vertientes. Capacitar a los empleados para que reconozcan y respondan adecuadamente a los ataques basados en el correo electrónico es importante, pero no es una solución perfecta. Una organización necesita una estrategia integral de seguridad del correo electrónico que cubra todos los posibles vectores de ataque para minimizar el riesgo de ciberseguridad de los correos electrónicos.
Check Point proporciona las herramientas que las organizaciones necesitan para ayudar a mitigar estos riesgos. Para conocer cómo Check Point Harmony Email & Collaboration proporciona una sólida defensa contra las amenazas basadas en el correo electrónico, le invitamos a solicitar una demostración.