El ransomware ha demostrado ser uno de los ataques más eficaces y rentables para los ciberdelincuentes. Una gran parte de este éxito se debe a los continuos esfuerzos de los atacantes para refinar sus técnicas y extorsionar de manera más efectiva a sus víctimas.
El ataque de ransomware actual ha evolucionado significativamente desde sus inicios. Los ataques de ransomware son omnipresentes, sofisticados y perjudiciales financieramente para la víctima, lo que hace que la prevención del ransomware sea un componente crucial de la estrategia de ciberseguridad de una organización.
El ransomware comenzó como un malware que cifraba los archivos de una computadora infectada utilizando una clave secreta que sólo el atacante conocía. Luego, el operador del ransomware exigiría un rescate a cambio de la clave de descifrado.
Desde entonces, la amenaza de ransomware ha evolucionado varias veces. Una iteración fue la introducción de ataques de “doble extorsión” en los que el atacante cifraría los datos y los robaría. El atacante amenazaría entonces con filtrar los datos robados si no se pagaba el rescate. Las versiones posteriores del ataque también extorsionaron a los clientes o socios del objetivo, acuñando el término “triple extorsión”.
Más recientemente, los operadores de ransomware se están saltando por completo el paso de cifrado. El ataque de ransomware moderno implica robar datos confidenciales y amenazar con exponerlos en sitios vergonzosos. Los piratas informáticos de ransomware publicarán los nombres y detalles de las víctimas para avergonzarlas y presionarlas para que paguen lo antes posible.
El ransomware se ha ganado su aterradora reputación. Un ataque de ransomware exitoso puede tener impactos significativos en una organización. La pérdida de datos, un precio promedio de 4,35 millones de dólares y el daño a la reputación son solo algunos de los posibles impactos de un ataque de ransomware. De hecho, el alcance y el coste de los ataques de ransomware han llevado a algunas aseguradoras a excluirlos de sus pólizas de ciberseguridad.
El ransomware es una amenaza común y creciente para la ciberseguridad de una organización. A medida que estas amenazas se vuelven más comunes y sofisticadas, la prevención del ransomware es esencial para minimizar la amenaza potencial y el costo para una organización.
El ransomware representa una amenaza significativa para la continuidad del negocio de una organización, ya que las consecuencias van desde la pérdida de datos, daños a la reputación y cargas financieras inesperadas. Estas mejores prácticas ayudan a las organizaciones a gestionar su exposición a los riesgos de ransomware.
El ransomware tiene la capacidad de acceder al entorno de una organización utilizando diversos métodos. Las mejores prácticas para protegerse contra el ransomware incluyen:
Un enfoque de seguridad basado en el perímetro solo funciona mientras la organización pueda mantener la amenaza fuera de su red. Las credenciales comprometidas, las amenazas internas y otros riesgos de seguridad pueden introducir malware dentro de la red de una organización.
La defensa en profundidad evita que un atacante se mueva lateralmente una vez que haya obtenido acceso a la red de una organización. La segmentación de la red y los controles de acceso con privilegios mínimos permiten a una organización detectar y bloquear amenazas antes de que puedan llegar a recursos sensibles y valiosos.
Si bien los operadores de ransomware se centran más en la extorsión de datos que en el cifrado de datos, algunos ransomware seguirán cifrando archivos. En estos casos, es posible que una organización no pueda recuperar sus archivos y datos sin la clave de descifrado, y potencialmente ni siquiera entonces.
La creación de backups regulares garantiza que una organización pueda restaurar sus datos cuando sea necesario. Estas copias de seguridad deben almacenarse de forma segura, en un formato de solo lectura si es posible, y probarse periódicamente para asegurarse de que estén intactas y utilizables.
Los ataques de ransomware son cada vez más comunes y sofisticados. La mayoría de las empresas enfrentarán estas amenazas regularmente, y es probable que algunos ataques se desaparezcan.
En estos casos, la mejor defensa es una defensaransomware dedicada. Las soluciones anti-ransomware en terminales, dispositivos móviles, soluciones de correo electrónico y colaboración, navegadores web y a nivel de red pueden identificar y bloquear infecciones de ransomware antes de que puedan acceder, cifrar o violar los datos confidenciales y valiosos de una organización.
El ransomware es una amenaza en constante evolución y el ataque de ransomware moderno se parece poco al malware de cifrado de datos de los primeros días del ransomware. Obtenga más información sobre el panorama actual de amenazas de ransomware en el Informe de ciberseguridad 2023 de Check Point y aprenda cómo proteger su organización contra estas amenazas en la guía del CISO para la prevención de ransomware.
Check Point Complete ransomware Protection proporciona una protección integral contra una amplia gama de amenazas potenciales a la seguridad de los terminales. Esto incluye capacidades antiransomware avanzadas que pueden identificar y detener ataques de ransomware sofisticados antes de que comiencen. Obtenga más información sobre las soluciones anti-ransomware y cómo pueden ofrecer protección contra la amenaza de ransomware comunicándose hoy con un experto en ransomware.