En 2021, ataques de ransomware de alto perfil, como los de Colonial Pipeline y Kaseya, provocaron importantes interrupciones en las cadenas de suministro y las operaciones de las empresas.
Además de estos ataques de alto perfil, los ataques de ransomware se han vuelto más comunes en general. Con el auge del ransomware como servicio (RaaS), muchos grupos de ciberdelincuentes tienen acceso a malware de alta calidad. El éxito generalizado y la rentabilidad del ransomware significan que cualquier organización puede ser un objetivo. Según Check Point Research, los ataques de ransomware creció 93% entre junio de 2020 y 2021.
El ransomware está diseñado para causar perturbaciones y daños a una organización. El ransomware moderno filtra y cifra los datos confidenciales de una empresa, proporcionando a los ciberdelincuentes múltiples palancas para exigir un rescate. En algunos casos, los grupos de ransomware amplían sus operaciones para apuntar también a los clientes de una empresa.
Un ataque de ransomware plantea riesgos significativos para una organización. Además de los costos de pérdida de productividad y la reparación del incidente, una empresa puede enfrentar daños a la reputación, perder clientes y enfrentar sanciones legales y reglamentarias por no proteger datos confidenciales.
Un ataque de ransomware puede causar interrupciones en las operaciones y costos y daños significativos para una empresa. Ante una infección de ransomware, responder adecuadamente es esencial para minimizar el daño.
Una vez que el ransomware ha comenzado a cifrar archivos, el daño ya está hecho. A menos que una empresa pueda restaurar todos los archivos de las copias de seguridad, algunos datos se perderán incluso si se paga un rescate. Además, el ransomware moderno suele robar y filtrar datos antes de cifrarlos, lo que significa que es probable que la empresa ya haya sufrido una filtración de datos.
La prevención es la mejor manera para gestionar la amenaza del ransomware. Algunas de las formas en que una empresa puede protegerse contra el ransomware incluyen:
Cerrar estos posibles vectores de ataque puede ayudar a reducir la probabilidad de un ataque de ransomware. Sin embargo, reforzar estas protecciones con una política de respaldo sólida puede ayudar a reducir el impacto de un ataque de ransomware, si ocurre.
La respuesta rápida a una infección de ransomware puede ayudar a reducir el impacto y el coste de un ataque exitoso. Una respuesta rápida y eficaz requiere que una organización tenga equipo de respuesta a incidentes (IRT) y la estrategia en su lugar antes de que sea necesario. Al responder a una infección de ransomware, el personal de respuesta a incidentes debe:
Después de detener la propagación del ransomware e investigar el incidente, la recuperación es el siguiente paso en el proceso. Después eliminando el ransomware, la decisión crucial que debe tomar aquí es si pagar el rescate o intentar recuperarse de las copias de seguridad.
Si bien pagar el rescate puede parecer la forma más fácil y económica de abordar el problema, debería ser el último recurso. Pagar el rescate no garantiza que los datos sean recuperados y ayuda a financiar futuras campañas de los atacantes. Explore si los datos se pueden recuperar a partir de copias de seguridad o si existe un descifrador para el ransomware antes de decidir pagar un rescate que podría ascender a cientos de miles o incluso millones de dólares.
La mejor manera de gestionar la amenaza del ransomware es mediante la preparación y la prevención. Consulte el informe de Gartner sobre Cómo prepararse para ataques de ransomware para obtener más información sobre ataques de ransomware y mejores prácticas para protegerse contra la amenaza de ransomware.
Check Point Harmony Endpoint incluye protección anti-ransomware dirigida, lo que permite a las empresas detectar y detener rápidamente una infección de ransomware en seco. Obtenga más información por registrarse para una demostración gratuita.