La adopción de Internet de las cosas (IoT) se ha expandido de forma espectacular en los últimos años. Los dispositivos "inteligentes" tienen numerosas posibilidades de aplicación y beneficios tanto para los consumidores como para las empresas. Por ejemplo, los dispositivos de IoT pueden aumentar la eficacia operativa al permitir la supervisión y gestión centralizadas de los equipos de fabricación, las infraestructuras críticas o los emplazamientos remotos.
Sin embargo, esta mayor comodidad también conlleva importantes riesgos y desafíos de seguridad. Los dispositivos de IoT son famosos por su escasa seguridad nada más sacarlos de la caja, y al conectarlos a la red corporativa se corre el riesgo de que se produzcan filtraciones de datos y de exponer otros recursos corporativos a ciberataques. La seguridad de IoT es esencial si las organizaciones quieren disfrutar de las ventajas de los dispositivos de IoT al tiempo que gestionan los riesgos de seguridad asociados.
En pocas palabras, los dispositivos de IoT son ordenadores con capacidad para recopilar y procesar grandes cantidades de información sensible. Por ejemplo, los dispositivos de IoT pueden incluir cámaras, dispositivos médicos conectados en red, sistemas de control industrial (ICS), impresoras y una amplia gama de otros dispositivos. Los datos a los que pueden acceder estos dispositivos deben estar protegidos contra una posible exposición.
Además, los dispositivos de IoT pueden suponer un riesgo para sus propietarios y otras personas. Un dispositivo de IoT inseguro puede utilizarse para hacerse un hueco en la red de una organización y permitir a un atacante moverse lateralmente por detrás de sus defensas. Los dispositivos de IoT también pueden reclutarse en redes de bots para realizar ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS), relleno de credenciales y otros ataques automatizados. La seguridad de Io T puede ayudar a proteger los dispositivos de IoT y reducir los riesgos de ciberseguridad que plantean.
Como ya se ha mencionado, los dispositivos de IoT suelen salir de la caja con una seguridad básica, lo que los convierte en un objetivo ideal para los ataques y en una grave debilidad de seguridad para sus propietarios. Algunos retos de seguridad comunes para los dispositivos de IoT incluyen:
El mal estado de la Seguridad de IoT afecta tanto a los propietarios de los dispositivos como a los demás. dispositivo de IoT puede ser explotado para filtrar datos, conceder accesos no autorizados o realizar diversos ataques contra otros sistemas.
Algunas de las mejores prácticas para gestionar la exposición de una organización a los riesgos de Seguridad de IoT son las siguientes:
Los dispositivos de IoT son cada vez más comunes en la red corporativa, pero a menudo siguen acarreando importantes riesgos de seguridad. Estos dispositivos pueden ser explotados para robar datos, propagar malware o lanzar diversos ataques contra una organización y otras.
Los dispositivos de IoT difieren de los sistemas de TI tradicionales y necesitan una seguridad adaptada a sus necesidades únicas. Con los dispositivos de IoT -que suelen contener vulnerabilidades sin parchear y riesgos de seguridad incorporados- es esencial un enfoque de la seguridad centrado en la prevención.
El primer paso para proteger los dispositivos de IoT es conocer mejor los retos de seguridad que plantean. Consulte este recurso sobre los retos modernos para la Seguridad de IoT. A continuación, sumérgete más con este IDC
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