La Surface Web, a la que se puede acceder a través de motores de búsqueda como Google y Bing, solo constituye una pequeña parte de Internet. La Deep Web y la Dark Web se encuentran fuera de las partes de acceso público de Internet y se utilizan para diferentes propósitos.
La Deep Web es una sección de Internet a la que no se puede acceder a través de los motores de búsqueda, pero a la que se puede acceder a través de navegadores normales. Se compone de contenido "no indexado" al que no pueden acceder los rastreadores web utilizados por Google, Bing y otros motores de búsqueda para encontrar y vincular páginas.
Las páginas de la Deep Web suelen estar protegidas por una página de inicio de sesión, una contraseña, un muro de pago u otros medios para limitar el acceso, y están diseñadas para ser privadas. Las páginas de la Deep Web incluyen páginas personales como bandejas de entrada de correo web y páginas de cuentas en varios sitios. También incluyen datos internos de la empresa y sitios a los que se puede acceder a través de Internet pero que están protegidos por autenticación.
La Deep Web empequeñece a la Surface Web. De hecho, el 90-95% del total de Internet se encuentra dentro de la Deep Web, en comparación con el 5-10% en la Surface Web.
La Dark Web es una sección de la Deep Web a la que no se puede acceder a través de los navegadores web tradicionales. Para acceder a los sitios de la Dark Web, es necesario utilizar un navegador habilitado para Tor. Además, muchos sitios de la Dark Web solo se pueden descubrir a través de motores de búsqueda especiales, siguiendo enlaces de un sitio a otro o de boca en boca.
La Dark Web se utiliza principalmente para ocultar actividades ilegales. Los mercados de la Dark Web ofrecen la venta de datos y credenciales robados, armas de fuego, drogas y servicios ilegales. La Dark Web es también el lugar donde las bandas de ciberdelincuentes suelen congregarse y planear sus ataques. Esto también lo convierte en una valiosa fuente de información sobre los riesgos emergentes de ciberseguridad y las violaciones de datos.
Sin embargo, la Dark Web no es del todo mala y, de hecho, la tecnología que la hace posible, Tor, fue creada originalmente por el gobierno de los Estados Unidos con fines legítimos. La Dark Web también se utiliza para proteger el anonimato de periodistas, activistas, denunciantes y otras partes cuyas vidas estarían en riesgo o se enfrentarían a la censura si utilizaran sitios tradicionales no anónimos para difundir su trabajo.
La Dark Web, que técnicamente forma parte de la Deep Web, tiene algunas diferencias bastante significativas. Algunos de los más significativos son los siguientes:
Tanto la Deep Web como la Dark Web conllevan sus riesgos. En la Deep Web, estos riesgos se relacionan principalmente con el hecho de que necesita autenticarse para acceder a un sitio privado y que estos sitios contienen una gran cantidad de datos personales confidenciales y valiosos. Si su contraseña u otras credenciales son la clave para desbloquear estos datos, entonces los ciberdelincuentes intentarán robar estas credenciales mediante phishing, ingeniería social, malware y otros medios.
El riesgo de la Dark Web, por otro lado, se deriva en gran medida del contenido que aloja. La Dark Web se utiliza habitualmente para actividades delictivas y conlleva el riesgo de infecciones por malware, estafa o contenidos ilegales o perturbadores.
Tanto la Deep Web como la Dark Web conllevan riesgos, pero se pueden utilizar de forma segura. Algunos métodos para mejorar su privacidad y seguridad en línea incluyen:
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