La inteligencia artificial (IA) ha crecido y madurado rápidamente en los últimos años. Aunque los conceptos de IA existen desde hace décadas, en los últimos años se han producido grandes avances en el desarrollo de la IA y la introducción de la IA generativa. Como resultado, empresas de todos los sectores han estado explorando la mejor forma de aprovechar la IA.
Este auge en el uso de la IA tiene repercusiones tanto positivas como negativas en la ciberseguridad. Por un lado, la IA introduce nuevos e importantes riesgos para la seguridad de los datos sensibles de empresas y clientes. Por otro, la ciberseguridad de la IA también proporciona capacidades que pueden mejorar la ciberseguridad de las empresas.
Aunque la IA es muy prometedora y puede reportar beneficios en numerosos sectores, también puede introducir riesgos para la seguridad, como los siguientes:
La IA destaca en el análisis de grandes volúmenes de datos y la extracción de tendencias o anomalías. Algunas de las posibles aplicaciones de la IA en la ciberseguridad son:
La IA ofrece importantes beneficios potenciales para la ciberseguridad de las empresas, entre los que se incluyen:
Algunos marcos de seguridad de la IA desarrollados para gestionar los posibles riesgos de seguridad son:
Algunas de las mejores prácticas de seguridad para implantar la IA son las siguientes:
La inteligencia artificial puede revolucionar la ciberseguridad y puede prevenir una amplia gama de ciberataques. Check Point's ThreatCloud AI es el cerebro de todos los productos de seguridad de Check Point, lo que les permite detectar y bloquear con mayor rapidez y precisión los intentos de ciberataque de una organización. Infinity IA Copilot permite optimizar el SOC aprovechando la IA para automatizar tareas comunes, actualizar proactivamente los controles de seguridad para bloquear la explotación de nuevas vulnerabilidades e identificar y remediar más rápidamente las amenazas.